viernes, 18 de enero de 2008

El (des)encanto de la burguesía del siglo XXI

... O cómo vivir en el exilio y ser feliz
--Exilio: Estado de estar lejos de la propia tierra (ya sea ciudad o nación) y puede definirse como la expatriación, voluntaria o forzada, de un individuo.--
El encanto de la burguesía siempre se me presentó como una imagen de un hombre en un sillón de terciopelo sosteniendo una copa y un libro en las manos mientras mira al exterior a través de un gran ventanal con madera del siglo dieciocho.Partiendo de la base de esa imagen totalmente irreal de la clase burguesa del pasado llegamos a lo que significa la burguesía actual que se torna ahora en una imagen gris y fría, aunque decorada e instruida en colores y cultura pop.
Pertenezco al grupo social burgués actual. No leo en sillones de terciopelo pero, me encantaría hacerlo, lo reconozco. La línea educativa me condujo a realizar una carrera universitaria, lejos de mi hogar burgués. De esta manera me trasladé a vivir a un piso compartido, con dinero burgués por supuesto. Ahí comenzó mi exilio. Significó un crecimiento personal acompañado de incontables pagos de facturas-seguro que mis padres si los contaron- de agua, luz, bombonas, comida... además de las numerosas tareas domésticas siempre dependientes de las ganas, lavadoras, tendederos, colas de supermercado... todo elló aderezado con innumerables cervezas compartidas, gracias al dinero burgués.
Para ti joven burgués que emigraste, la que fue tu casa se convierte en esos años en un lugar de vacaciones, de re-encuentro con tu origen y tu familia. Tu vida se comienza a llenar de encuentros y des-encuentros.
El siguiente exilio viene de la mano fría de la inmersión en el mercado laboral. Y ahora, te encuentras exiliado de las calles que te hicieron soñar, exiliado de quién te hace volar, exiliado de quiénes llenaban los minutos de tus días de conversaciones lógicas e ilógicas, exiliado de quiénes compartían tus sueños, exiliado de los bares que se convirtieron en tu segundo hogar.
Tenemos la proyección profesional acentuada, y no nos cuesta hacer la maleta,vivimos en un círculo de exilio constante, en una rueda que crea en nosotros la pérdida del norte. Vivimos exiliados de todo teniéndolo todo. Esta burguesía actual nos conduce a tener todo lo que queremos, aunque yo deseo ese sillón de terciopelo, que para mí en este instante significa lo que quiero y no tengo.


-Exiliada del sillón de terciopelo brotan como parte de mis días los sentimientos de melancolía y añoranza- Es (DES)ENCANTADOR.

lunes, 14 de enero de 2008

Tanto tiempo...

LLevo meses recolectando hojas en las que poder escribir, pero el color blanco se me planteaba como un color de pánico que frenaba la necesidad de expresar y soñar. Así que tras la recogida de innumerables papeles rellenos de letras del pasado, intento escupir con tinta todo lo que estaba encarcelado sin poder ser liberado a través de las letras.

--En el proceso de dar cuerda al reloj. --